Educación sexual en Occidente
La educación sexual, también llamada educación sobre sexualidad, ayuda a la gente joven a formarse actitudes y creencias sanas sobre el sexo, la identidad sexual, las relaciones y la intimidad, de modo que puedan tomar decisiones informadas sobre su comportamiento. Según lo aceptado en la mayoría de las sociedades abiertas, los adolescentes tienen derecho a la educación sexual, que les permita protegerse contra comportamiento sexual perjudicial, a la vez que exploran en toda su magnitud y disfrutan de su propia sexualidad.
Países Bajos: discusión de mesa
En los Países Bajos, donde se registra la más baja tasa de embarazos adolescentes entre los países europeos, según un informe de 2007 de Acción de Población Internacional, la educación sexual comienza cuando los niños están en la tierna edad de 6 ó 7 años. Además, temas relevantes, como la identidad sexual y el sexo seguro, se discuten con los padres en la mesa.
Finlandia: el pan nuestro de cada día
En las primarias y secundarias de Finlandia, la educación sexual ha estado incluida en el programa de enseñanza desde los años 70; en casa, los padres inician la educación sexual de modo natural, leyendo selecciones diarias del libro Nuestros cuerpos, un texto de educación sexual, que los niños aceptan tan naturalmente como los cuentos fantasiosos de las Mil y una noches árabes.
Reino Unido: educación sexual obligatoria
El Reino Unido tiene la tasa de embarazos adolescentes más alta de Europa. En 2009, en un esfuerzo por reducir aún más dichas cifras, el Gobierno decretó el carácter obligatorio de la educación sexual para las edades de 5 a 11 años.
Estados Unidos: de la abstinencia a la intervención
EE.UU. tiene una de las tasas de embarazo adolescente más altas en el mundo desarrollado, ocho veces más alta que la de los Países Bajos, superiores incluso a las del Reino Unido. En consecuencia, se alcanzó un consenso para introducir la educación sexual en el plan de estudios escolar, aunque los métodos de enseñanza sigan estando en discusión. La administración de Obama ha dedicado fondos federales a la prevención del embarazo adolescente, subrayando medidas preventivas, tales como el uso de condones y de otros contraceptivos, incluyendo píldoras anticonceptivas